“Hay mala leche de la oposición”. La frase salió de la propia presidenta Claudia Sheinbaum y encendió el debate nacional tras el percance ocurrido en el Tren Maya en Izamal. No fue un descarrilamiento, asegura, pero la narrativa en redes sociales ya corría como fuego.
Tren Maya: ¿accidente o ataque político?
El director del Tren Maya, Óscar David Lozano, explicó que no se trató de un descarrilamiento sino de una “anomalía de vía” entre los trenes 304 y 307. Sheinbaum acusó a la oposición de orquestar una campaña mediática para desprestigiar uno de los proyectos insignia de la 4T.
DEA bajo la lupa
La mandataria también desmintió un comunicado atribuido a la DEA, que señalaba una supuesta colaboración con México en el proyecto “Portero” contra cárteles. “No tiene nada que ver con la realidad”, aseguró Sheinbaum, sugiriendo que se trata de un intento por mostrar un cambio de rumbo frente al sexenio de López Obrador.
Agua, seguridad y diplomacia
- Se anunciaron avances en el Programa Nacional de Tecnificación del Campo, con énfasis en garantizar el derecho humano al agua.
- Reconocimiento público a ingenieros militares por su papel en las obras hídricas.
- Adelantó un posible encuentro con Marco Rubio en EE.UU.
- Confirmó visitas próximas de Emmanuel Macron y Mark Carney antes de diciembre.
Un cierre que divide opiniones
El choque en Izamal puso al Tren Maya otra vez en la mira, pero Sheinbaum decidió convertir la crisis en un campo de batalla político. Para unos, es defensa legítima; para otros, evasión de responsabilidades. Lo cierto es que el tren no solo mueve pasajeros, también arrastra la conversación pública.
¿Tú qué piensas? ¿Se trata de un ataque mediático contra Sheinbaum o de fallas reales en el Tren Maya? Déjanos tu comentario. ¡Queremos tu voz!
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