Las luces del Zócalo iluminaron rostros expectantes. Entre la multitud, una joven abrazaba a su abuela mientras ambas coreaban juntas: “¡Viva México!”. Ese instante quedará marcado en la memoria de millones: por primera vez, una mujer encabezaba el Grito de Independencia desde el balcón de Palacio Nacional.
Un Grito con sello femenino
Claudia Sheinbaum, vestida con un atuendo morado que evocaba lucha y dignidad, apareció acompañada de su esposo, Jesús María Tarriba. La bandera nacional fue entregada por una escolta integrada únicamente por mujeres cadetes, un detalle que simbolizó el reconocimiento histórico al papel de las mujeres en la construcción de la patria.
Héroes y heroínas nombradas
- Héroes tradicionales: Hidalgo, Morelos, Allende
- Heroínas: Josefa Ortiz Téllez-Quiroz, Gertrudis Bocanegra, María Manuela Molina “La Capitana”
- Reconocimiento a mujeres indígenas y migrantes
El momento que estremeció al Zócalo
Con voz firme, la presidenta lanzó 20 arengas, entre ellas: “¡Libertad!”, “¡Igualdad!”, “¡Democracia!” y “¡México libre, independiente y soberano!”. Miles respondieron con un grito inédito: “¡Presidenta, presidenta!”. La fuerza del momento superó cualquier símbolo material, incluso una bandera ligeramente más pequeña que la habitual.
Más que una ceremonia
Este no fue solo un Grito, sino una declaración política y social: el inicio de una era en la que las mujeres son protagonistas de la historia que antes les fue negada. Cada palabra, cada viva, llevó implícito un llamado a repensar la igualdad y la memoria colectiva.
¿Hasta cuándo seguiremos necesitando que los símbolos nos recuerden lo obvio: que las mujeres también hacen patria?
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